El 14 de diciembre de 2002 el Palacio de Vallesantoro, en Sangüesa, en presencia de su alcalde José Daniel Plano, acogía el acto de elección del futuro Rey o Reina de la Faba; el haba oculta en el rosco apareció en el trozo que le había tocado a Ion Garcés Hernández, alumno de la ikastola local.
La ceremonia de coronación se celebró en Sangüesa el 18 de enero de 2003 en la iglesia de San Francisco, conmemorando de esta manera el 500 aniversario del nacimiento en esa localidad de Enrique II de Albret.
La casualidad quiso que el niño coronado como Rey de la Faba fuese hijo de Ana Hernández, quien en 1981, último año que esta ceremonia se había celebrado en Sangüesa, desempeñó el papel de doña Blanca.