La tarde del domingo 6 de enero fue histórica en Olite; parecía que la ciudad recuperaba por unas horas su esplendor medieval. Desde las arcadas de Santa María se ponía en marcha una curiosa comitiva de personajes escapados del medievo, que unió la Plaza de los Teobaldos con la iglesia de San Pedro, al que se accedió bajo los acordes del Himno de las Cortes de Navarra, seguido todo ello por una iglesia repleta de público.
El niño coronado fue Luis Miguel Vélez, cuya coronación estuvo asistida musicalmente por el Orfeón Olitense.