Le tocó este año a la localidad de Santesteban, si bien el niño coronado ese 6 de enero en la abarrotada iglesia de San Pedro fue de la localidad de Yanci. Miguel Javier Hita era su nombre, y contaba ese día con 12 años de edad.
Tras veinte minutos de comitiva, que salió de la escuela comarcal, entró esta a la iglesia a las seis de la tarde, siendo recibidos con la interpretación del Agur Jaunak por parte de la Coral de Cámara de Pamplona, que dio paso a la solemne ceremonia en la que se intercalaron las lenguas vasca y española. El último en entrar al templo fue el Rey de Navarra, que lo hizo bajo los acordes del Himno de las Cortes.
Como cosa anecdótica señalar que los nervios le jugaron al niño-rey alguna mala pasada que hizo que su corona estuviese a punto de caer al suelo, incluso la prensa local destacó el hecho de que como consecuencia de esos nervios tardó en encontrar las monedas de chocolate que debía de lanzar a sus súbditos.
Finalizada la ceremonia los asistentes se trasladaron al frontón en donde el grupo de danzas del Muthiko Alaiak dedicó varios bailes a honrar al nuevo Rey de la Faba. No faltó tampo en todo momento la participación de los ioaldunak de Ituren.
La elección y coronación de Miguel Javier Hita le hizo merecedor de una beca de estudios por parte de la Diputación Foral de Navarra.