PAMPLONA-IRUÑA

06/01/1970

Ignacio Bravo

 Los setenta fueron años, según rememora Miguel Ángel Alústiza, “en los que teníamos que  alquilar buena parte de la ropa en Madrid, a una empresa que alquilaba ropas medievales para  películas y para este tipo de eventos; hay que decir que las religiosas de las Hijas de la Caridad,  de la Casa de Misericordia, hicieron también muchos trajes”.. 

En el año 1970 fue la última vez en la que el niño protagonista del acto salía de la Casa de  Misericordia; ese año se editaba un folleto con programa de actos y artículos de diversos  escritores y personas vinculadas a esta fiesta. Ese año la fiesta se celebró en Pamplona,  concretamente en la Ciudadela, con la particularidad de que hubo que habilitar dos pabellones  que, por vez primera en la historia de esta fortificación militar, acogieron un acto civil. La cena,  con más de doscientos comensales, fue servida por Casa Otano. Y la desagradable anécdota  fue que cuando se fue a recoger las cosas al día siguiente de la ceremonia se encontraron con  que los amigos de lo ajeno se habían llevado todos los cables empleados, que habían sido  cedidos por una empresa. 

Al margen de eso, la comitiva salió ese año desde la Plaza de Toros, recorriendo todo el centro  de la ciudad hasta llegar a la Ciudadela, cuyo estado nada tenía que ver con el de hoy.